Se necesita una razón extraordinaria para volver a creer. Cuando menos te sientes bien, tus corajes son presionados hacia las alturas, en sentido de que las cosas pasan por algo y cuando te das cuenta de que realmente has malgastado las ocasiones, te deprimes sintiendo que todo hace falta. A veces no se trata de ser así, simplemente es saber que las cosas tienen algún sentido para la vida. Por algo nos preocupamos y por algo nos sentimos tan felices. En otras ocasiones, lo que se necesita son preguntas tales como: ¿se puede llegar a lograrlo? Y aunque parezca increíble, esas necesidades se pueden llegar a sentir. Pero, ¡oh sorpresa!, las ganas deben estar cimentadas en el esfuerzo que se lleva a cabo día a día.
Las oportunidades para dejar atrás la pesadumbre son demasiadas, pero puede ser un tanto difícil conseguirlo, pues no hay nada más complicado que tomar la decisión de sobrevivencia, cuando no debe importar la opinión de la persona que está a tu lado, sólo lo que puedes llegar a pensar en las distintas situaciones y cómo manejarlas, para poder sesgar de tajo las inconformidades y no deseos por resolver. Siempre hay que tener en cuenta que se vive y se analiza para poder soportar la vida, lo que ha ocurrido, los llamados sucesos que pueden cambiar una historia.