martes, 12 de agosto de 2014

Por su amor incondicional. "La panza es primero".


El amor verdadero es incondicional. Lo más común es que los humanos tengan en sus casas gatos, perros,  y en casos específicos podrían tener aves, difícilmente una familia contaría con una especie animal de los no llamados "domésticos". En este talante, se puede pensar que las formas de alimentación en algunas personas han ido cambiando, lo cual hace ver la reducción en el consumo de alimentos de origen animal por estabilidad anímica, corporal u otras razones; basta ver la forma en que son tratados los animales en los horrendamente llamados "mataderos" para pensar y sentir algo más que el "gusto" por comer un trozo de carne animal.

Hay un hombre genial que ha abogado de manera enérgica y graciosa por esta causa desde hace bastantes años: Eduardo del Río "Rius". En cuestión de la alimentación con su libro "La panza es primero" hace pensar a las personas que lo leen sobre los grandes peligros que conllevan el consumo de carne, a sabiendas de que México es un país consumidor ferviente de esta. De manera curiosa pero inteligente analiza los distintos beneficios que da al cuerpo humano el consumo de frutas, verduras y otros alimentos que nos pueden hacer la vida más sana. En cuanto al hecho de dejar de consumir carne de cualquier animal implica un ahorro brutal en la economía de cada persona o familia, basta ver que los sueldos en cada hogar son muy desiguales y que no todos tienen la misma suerte de gastar en lo que quieren, por lo que se centran principalmente en cuestiones básicas como la alimentación, que muchas veces se inclina en la compra de algunos kilos de carne por semana; cada quien.

Cualquiera que lea esto pensará que es un escrito absurdo, hecho en base a las recientes formas de vivir, o por simple pretensión; cada quien. Lo que Yo sí puedo escribir, y más ahora que tengo animales en casa, porque tuve, tengo y espero tener siempre, es que ellos también sienten como los humanos, y puede que el dolor en ellos sea igual o peor que el que sentimos nosotros.

 Belleza, bondad, lealtad y solidaridad, sea el animal que sea.

La vida es para sentir.

miércoles, 18 de junio de 2014

De dos en dos, de cuatro en cuatro, de seis en seis...

Puede llegar a cansarte, no quiere decir que sea malo intentarlo. Cuando se está listo, da cuenta que agrada la tristeza, condición de una vida no bien tratada. Tomar distancia sobre los hechos realizados es una manera de solución. No hay recuerdo de tantas cosas, hasta que ciertos objetos provocan la remembranza. Colaborar en favor de la desgracia tortura la inmunidad; las ofensas son mayores, aun cuando la tranquilidad sube de tono.

Pasará mucho tiempo para amainar la movilidad. Todo es un contencioso que no resuelve nada positivo; se necesita esperar. Habrá siempre una parcialidad en todo aquello que se pueda conseguir, encaminada por un único lado. Lo que podría reforzar las quejas llegará, mas no habrá movilidad ni campo atávico.La vida se complica

De repente y casi a diario, hago hacia atrás los pulgares de mis pies, a la par, y cuento, de dos en dos, de cuatro en cuatro, de seis en seis...  

jueves, 15 de mayo de 2014

Agobio.


Quien lo lea sabrá que esto es cierto. La culpa es particular, no se puede "andar por el mundo" y segregar al otro con culpas propias. ¿Tendremos qué estar no aptos de facultades para sobrellevarlas? Tristeza es lo que se siente... Y no habría necesidad de esto; el confort es más relajante, aun cuando las nociones de belleza plena son limitadas. Situaciones complejas ocurren en todo momento, con todo y el dolor imperante. 

Las "escenas de cama" no motivan más de lo conveniente; la realidad es atroz. No comprender es aceptar que se está dañado. ¿Por qué pasar montón de interacciones dolorosas para saber lo vacío que lo hemos llevado? No hay bondades en recordar para salir avante; la vida es para sentir.