La tristeza es necesaria, es aquello que viene incluido
en los genes de cualquier ser vivo. No es rechazar las condiciones inmersas en el
cuerpo, sólo que nos han enseñado cualquier sentimiento que conduzca al
desánimo. Hasta cierto punto, no es escuchar los consejos del otro,
hay que vivir tal como la vida nos lo dicta. Entender que, antes de pensar de
manera acertada, somos un cúmulo de emociones. El miedo se siente dentro del
cuerpo, sí, pero es parte de nuestra vida.
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