Nada debe ser un deber, después no se puede gozar. El asistir a
este concierto, más que por otro motivo, era el deseo de verlos juntos a los
dos.Desde hacia más de un año, las ganas de poder estar ahí, me mantenía a la
expectativa de si podría o no asistir a verlos. De una forma u otra y
"moviendo cielo, mar y tierra", un día antes del evento logré viajar
a Guadalajara para cumplir con mi deseo. Era el día de la llegada y porque en
casa nunca hemos tenido automóvil, el traslado fue en el vehículo de la
novia de uno de mis hermanos. Al momento de llegar a la casa de mi hermano a
Guadalajara, ella y su hermana, que también venia con nosotros, se despidieron
y dijo ella que regresaría en un rato más para ir a comprar el deseado boleto.
Después de una hora regresó y nos trasladamos ella, mi hermano y yo hacia una
plaza en la cual se encuentra un establecimiento que guarda un apartado para
comprar boletos. Total que lo compré y quedaba solo esperar al día siguiente.
Por la mañana del nuevo día, la realidad es que no sentía
demasiada emoción para asistir al concierto, pero no por eso me mostraba de
mala gana.Al llegar la tarde y después de comer, supe la forma en como debería
de llegar al auditorio, a sabiendas de que no me gustan demasiado los
automóviles y que en mi casa nunca
hemos tenido ninguno que nos ayude a desplazarnos. Por lo cual, saliendo de
donde vive mi hermano, tomé la ruta numero 24, que me llevó hasta la avenida
Américas, pero lo malo fue que el chofer me bajó antes de donde le había pedido
que me bajara, y tuve, por información de la gente que transitaba en el lugar
donde me bajé, que caminar alrededor de un kilómetro, que se lee muy largo pero
que realmente no lo fue. Al fin después de caminar un tramo, tome la siguiente
ruta, la numero 200 y ahora sí estuve a las puertas del auditorio Telmex.
Por la hora, que relativamente era temprano para la hora en que se
suponía empezaría el concierto, tuve que estar fuera del auditorio por ahí de
una hora. Esto me permitió observar a la gente que iba llegando: matrimonios
adultos, jóvenes con sombreros que emulaban a los cantantes y hasta una familia
con los padres e hijos integrándola. Lo necesario también, fue el preguntar por
cual puerta debería entrar, aunque en el boleto que portaba, me refería la
puerta numero 5, como la asignada para la entrada. Y así fue. Cuando se nos
permitió el acceso, en la entrada un joven encargado de la logística del evento,
nos comunicó que, dado que no estaban vendidos todos los boletos, nuestros
lugares estarían cambiados y nos sentaríamos en otra parte. La verdad yo nunca
supe en cual lugar me pude haber sentado pero el lugar que me asignaron no
desmerecía la ubicación. Ya sentado en el lugar que me ubicaron, situado en un
palco, exactamente al centro del auditorio, sólo esperaba verlos "al Nano
y su compadre".
Y así fue. Su opening fue el mismo que hicieron en su gira
conjunta pasada, a saber, cantaban "ocupen su localidad" ligada a
"hoy puede ser un gran día", pienso que fue un gran comienzo. De ahí
y después de un saludo, se dejaron venir con sus demás grandes canciones:
"algo personal", "y sin embrago", ·de cartón piedra",
"19 días y 500 noches", "eclipse de mar",
"mediterráneo", "Señora", "por el boulevard de los
sueños rotos" con un homenaje fotográfico entrañable y conmovedor a la
recientemente fallecida Chavela Vargas, "Princesa", "canción
para la Magdalena", "tu nombre me sabe a hierba", "la del
pirata cojo" "esos locos bajitos", "más de cien
mentiras", "tan joven y tan viejo", "para la
libertad", "contigo", "cantares", "aquellas
pequeñas cosas", "noche de bodas", "y nos dieron las
diez", "que se llama Soledad" y "fiesta". Este fue el
orden, incluida también una versión de la "serenata huasteca" con
letra modificada y en el orden en que se llevaron a cabo y para la emoción de
los que estabamos ahí reunidos, dos encores. Un muy buen concierto.
Como opinión personal, no llegó a ser nostálgico porque no tocaron
dos piezas clave y que habían estado tocando en su gira anterior: "aves de
paso" y la que creo casi infaltable: "no hago otra cosas que pensar
en ti"·. Triste caso, por lo que no lo sentí tan memorable, aunque no
debió de ser así, pues se trata siempre de disfrutar el momento que estás
viviendo, como también es ilógico pensar que hubo a quienes no les decepcionó
un poco el ejercicio del concierto. Aunque la realidad es que tuve que haber
disfrutado más el concierto y pensar que, como reza el nombre de uno de los
discos del gran Nano: "nadie es perfecto" y en ese sentido, nada
tampoco lo es.
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